Si no busco el poder,
ningún poderoso podrá hacerme daño.
Si no ambiciono riquezas,
jamás me sentiré amenazado por la miseria.
Si no corro tras los honores,
convertiré toda humillación en humildad.
Si no me comparo con nadie,
seré feliz con lo bueno que hay en mí mismo.
Si no me dejo invadir por la prisa,
encontraré tiempo para todo lo necesario.
Si no soy esclavo de la eficacia,
daré el fruto que los demás esperan de mí.
Si no me enredo en la competitividad,
entraré en comunión con lo bueno que hay en todo.
Si vivo a fondo el momento presente,
seré dueño absoluto del pasado y del futuro.
Si acepto el fracaso en mi vida,
habré librado mi vida de toda frustración.
Si vivo para el amor,
el amor estará siempre vivo en mí.
Antonio López Baeza
No hay comentarios.:
Publicar un comentario